lunes, 22 de septiembre de 2008

Cemex Venezuela

En esta quincena se vence el plazo fijado por la ley para la nacionalización de la industria cementera. La Guardia Nacional de Venezuela toma control de una de la planta de la empresa Cemento de Mexicanos (Cemex) ubicada en la ciudad de Maracaibo como parte del proceso de expropiación (realizada desde abril) de la industria cementera, la Guardia es acompañada por cuatro jueces para la legalización empresa.


Hechos

En esta quincena se vence el plazo fijado por la ley para la nacionalización de la industria cementera. La Guardia Nacional de Venezuela toma control de una de la planta de la empresa Cemento de Mexicanos (Cemex) ubicada en la ciudad de Maracaibo como parte del proceso de expropiación (realizada desde abril) de la industria cementera, la Guardia es acompañada por cuatro jueces para la legalización empresa. Este hecho, se presenta al no llegar a un acuerdo entre el gobierno de Venezuela y la empresa mexicana. La diferencia es por la negativa de Cemex de aceptar la indemnización propuesta por el gobierno, por lo que las negociaciones se rompen. El conflicto es por el valor de la acciones, para la empresa sus acciones valen 1,300 millones de dólares, en cambio para el ministro de finanzas de Venezuela Alí Rodríguez las calcula en 400 mdd

En este contexto, el gobierno anuncia que por su parte, las empresas francesa Lafarge y la suiza Holcim aceptan la indemnización que ofrece el gobierno por sus acciones. Con la primera pacta una cantidad de 267 millones de dólares, que es la mayor cementera del mundo, y por la suiza 552 millones. Pero la mexicana es la mayor productora y exportadora de cemento en ese país, con tres plantas y una capacidad de 4,6 millones de toneladas anuales. Mientras que las otras dos empresas tiene una producción anual de 3,7.

Ante la acción del gobierno venezolano de marginar a Cemex, la Secretaria de Relaciones Exteriores de México emite una nota diplomática en la que pide que se mantenga el diálogo, que continúen las negociaciones conforme al marco legal aplicable que todo sea favorable para ambas partes.

En estimaciones sobre este conflicto la correduría Morgan Stanley estima que Cemex podría recibir mil millones de dólares de indemnización por sus activos o en el peor escenario podría recibir 500 millones, esta última estimación es realizada por el monto que ofrece a las otras empresas.


Análisis


El presidente de la República Bolivariana de Venezuela Hugo Chávez Frías desde que llegó al gobierno ha estado implementado lo que ha llamado el Socialismo del siglo XXI, parte de este nuevo socialismo, su actual estrategia consiste en la nacionalización de empresas consideradas estratégicas para el país, como son las industrias del petróleo, de comunicaciones, la electricidad, etc.

La “nacionalización” de las empresas por parte del gobierno chavista no ha sido total, sino únicamente obtener la mayoría de las acciones de las empresas y así tener el control financiero y de decisión, es decir, el 50% mas 1, y así conjuntamente trabajar con las empresas privadas, en una relación de contrato mixto donde la mayor parte la obtiene el Estado. De hecho para el caso de la industria cementera Chávez crea la Corporación de Cementos de Venezuela que estará adscrita a la vicepresidencia de la República.

Es en este contexto donde la empresa mexicana Cemex, quien es la tercera empresa cementera más grande el mundo se niega a recibir la indemnización que el gobierno venezolano le está proponiendo, esperando que el gobierno mexicano interceda por ella y logre obtener mayores recursos para la empresa.

Cabe señalar que la empresa mexicana, tiene una gran deuda fiscal con el Estado venezolano de 37.4 millones de dólares de impuestos sobre la renta en los ejercicios fiscales de 2006 y 2007, además de que el porcentaje de ventas de Cemex en Venezuela es de apenas el 3% del total de la compañía.

La justificación del Presidente Hugo Chávez acerca de la compra “forzosa” de Cemex es que la empresa no ha reinvertido en acciones para proteger al ambiente, contaminando toda la vegetación, animales, playa, etc. de un “polvillo”, y sólo ha “saqueado las riquezas del país”.

Se planea la continuidad operacional de la compañía con el apoyo de los actuales trabajadores, que no serán afectados ya que previamente se negoció con los sindicatos de la empresa.

Aunque Cemex fue la primera empresa cementera en entrar en negociaciones sobre su compra, es la compañía con más dificultades para acceder a su compra, y esto debido en gran parte a los empresarios mexicanos que han sido prepotentes y retando en las conversaciones al gobierno venezolano.


Horizontes


La controversia entre Cemex y Venezuela puede generar una situación incomoda en el proceso de mejorar las relaciones bilaterales del gobierno mexicano con el gobierno de Hugo Chávez, aunque también existe la posibilidad de que no van a empeorar ni mejorar las relaciones bilaterales entre México y Venezuela, sino que se mantendrán en el mismo tono y sólo habrá por parte del gobierno mexicano una nota diplomática de “dialogo entre las partes como lo hizo Relaciones Exteriores”.

Por otro lado, la cementera mexicana va a aprovechar la situación para obtener el mayor beneficio a través de diversos medios como el gobierno mexicano o tribunales internacionales; no obstante s muy probable que no prospere.

A pesar del conflicto, la nacionalización de las cementeras y la creación den la Corporación de Cementos de Venezuela, el gobierno venezolano seguirá promoviendo el socialismo del siglo XXI, con el reimpulso al programa “fábrica adentro” que es la reindustrialización del país con empresas mixtas.

No hay comentarios: